Queridos malagueños y malagueñas:
Málaga, así suena este nombre de seis letras que encierran el secreto y la magia de hacer ciudad, de crear y de soñar una misma realidad, nuestra tierra. Pintura picasiana que enciende de luces cada noche nuestro mar, voz periodística de Maria Teresa Campos, Matias Prats o Domi del Postigo, música de Diana Navarro, Nuria Fergó , Javier Ojeda o el gran Antonio Molina y cuna de la política pintada de verde y blanca por Blas Infante al son de un himno andaluz.
Tierra de toreros como Javier Conde, del maestro Ordoñez. Una tierra que se hace teatro o película con Antonio Banderas, Fran Perea, Pablo Puyol o Pepón Nieto para desempeñar el papel masculino y con María Barranco, Nuria González o Rafaela Aparicio para dar la nota femenina a la obra que escrita por grandes como Antonio Soler podían ser representadas sobre nuestro gran y célebre Teatro Cervantes o al aire libre sobre el bello y antiguo Teatro Romano. Y ahora que estamos en fechas olímpicas y época de ascenso no me quisiera dejar atrás a esa Málaga deportista representada en su gran Palacio Martín Carpena, la nueva piscina malagueña o nuestra tan respetada Rosaleda. Esa Málaga deportista de Berni Rodríguez, Cabezas, María Peláez, Apoño o Alexis. Y es que el Málaga no aguantaba más en segunda, se ahogaba en los más hondo del Guadalmedina y del Guadalhorce y quería salir a flote para celebrarlo en la fuente de las Tres Gracias o en su gran Plaza de la Constitución, donde con colores blaquiazules los malaguistas quisieron aplaudir a sus jugadores.
Porque la tierra del espeto y la biznaga, la tierra del arte, la buena gente y la amabilidad se hace grande con sus brazos abiertos al mundo para seguir siendo esa ciudad cosmopolita reflejada en su escudo. Tierra que de colores verdes y morados pinta sus calles para recibir cada mes de agosto a miles de visitantes que vienen y dejan celosas a sus diversas tierras, porque es imposible no enamorase de esta fantástica ciudad y provincia, cuna de artistas, pintores como Antonio Montiel o Picasso, cantantes, políticos , bailarines, escritores… en definitiva de Málaga.
Se preparan ya las casetas con sus últimos toquecillos, se abren los abanicos y las flores se ponen junto a los trajes de flamenca planchados sobre la cama junto al traje de corto para marchar en romería con nuestra abanderada Pasión Vega al Santuario de la señora de Málaga, de nuestra patrona, la Virgen de la Victoria. Abran los corazones, la mente, déjense llevar por la música que como brisa de nuestro Mediterráneo podrá hacer mover vuestras caderas y poder festejar estos diez días de feria, fiesta y amistad.
Porque el honor de ser malagueño te permite poder pasear por su Parque recientemente remodelado, por su calle Larios donde el comercio y los amigos se unen en un mismo camino y porque no, poder disfrutar de la más extensa vegetación en el Parque de la Concepción. Málaga ciudad museo desde el CAC hasta el Museo Picasso pasando por el museo de cada Iglesia donde podemos disfrutar de las decenas de cofradías que hacen procesión en la otra gran semana para la ciudad, su Semana Santa.
En esta tierra siempre se hacen amigos, porque es muy difícil no llegar a ella y que alguien te ayude con las compras, te aconseje el mejor vestido o simplemente se sincere contigo en la cola del autobús. Y con esos amigos puedes disfrutar de una cenita en un chiringuito, de un espeto, unos boquerones, un gazpachuelito o una ensalada malagueña y por supuesto todo ello regado con un buen vino malagueño.
Es que nuestra feria llega como cada año vestida de lunares, llega como cada año para que la disfrutemos en el centro y en el real Cortijo de Torres, para que nos cansemos de bailar y cantar, de brindar con los amigos y de compartir en familia unos días como éstos. Se acercan días donde nuestros verdiales y malagueñas junto con miles de bailes típicos llenaran desde la Alcazaba y la Coracha hasta la Plaza de la Marina. Días donde dos monumentales portadas nos recibirán cada noche entrando por la tradicional Tabacalera y saliendo echo un universitario por la portada del Rectorado. Días donde dos enormes biznagas decoraran la entrada de nuestra calle más céntrica y principal, días donde podremos ver las callejuelas que durante el año viven en soledad llenas de gente bailando y compartiendo experiencias.
Si usted viene de fuera no llame a ninguna puerta, que los malagueños abren sus casetas a todo el que viene, que no cierran a nadie la feria, que quieren que nuestra Feria sea la de todos, porque nadie se queda en la puerta, porque todo el mundo se siente malagueño.
Noches de buena música en el Auditorio Municipal, días de buen cante en cada rincón del centro, tardes de toros en esa plaza de primera, la Malagueta, la de los toreros valientes que torean todo lo malo para triunfar con la fiesta y el arte.
Decir Málaga es decir vida, ilusión, buen hacer, nobleza, luz como la luz de nuestra Farola testigo de tantos enamorados que se unieron para pasear siempre junto a ese mar azul que decora cada una de nuestras fantásticas playas.
¡¡Malagueños que ya viene!!, ¡¡Malagueñas cantar con fuerza una malagueña¡¡,¡¡ niños prepararos para la feria mágica del parque¡¡, ¡preparaos todos que llega la gran feria de agosto!.
Cojan su copa de Cartojal, levántenla conmigo y brinden por estos días que llegan, porque no hay mejor sueño que vivir en Málaga, no hay mayor realidad que nuestra feria.
¡VIVA LA FERIA DE MÁLAGA!
LUIS ALGORÓ.
FERIA 2008.